jueves, 19 de febrero de 2009

NOSTALGIA(...)

Ayer fué un día laboralmente relajado. Uno de mis pacientes tuvo una recuperación milagrosa. Fue de esos pacientes que uno ve llegar en la mañana y les pone en la frente una X roja de mal pronóstico. Pero este luchó, para el atardecer estaba mas vivo que nadie en la clínica. Un verdadero ejemplo de tenacidad. Creo que siempre le tendré miedo a los pacientes con signos nerviosos... no se por qué me intimidan tanto.

Como sea la entrada no va a esto, resulta que ayer me vi con una amiga de la nacional. Una niña juiciosa y muy dulce a la que no veía hace un buen. El plan era ir a comprar los cuadernos que ella iba a usar este semestre, y charlar un rato. Nos aventuramos hacia la "Feria Escolar", que ahora es un lugar inmenso donde uno encuentra de todo. Paseamos una y otra vez los pasillos de los cuadernos hasta que ella encontró el preciso, negro con morado, de muchas materias... Ella siguió hablando y una parte de mi la escuchaba y hacía comentarios al respecto. Otra parte de mi se perdió en el pasado, y sintió tristeza. Es difícil crecer.


Cuando estaba en el colegio, mis útiles escolares fueron realmente austeros, y tampoco era que importara tanto, pues uno se adapta. En la universidad mi hermana apadrinó mi carrera y ella me dió muchos gustos, tal vez infantiles que no cumplí en el colegio. Bolígrafos de miles de colores y olores, cuadernos de varias materias e incluso la caja mediana de prismacolor... Jajaja puedo decir con certeza que mi dia favorito del semestre era comprando los cuadernos y que mis cuadernos eran los de fotocopiar... Fue vivir una "segunda" infancia.

El tiempo se pasa volando cuando uno se divierte. La universidad se me pasó rápido, y se terminó. Es un ciclo que se ha cerrado. Ya no tengo que comprar cuadernos, ni esferos de colores, ya no tengo fijo lo que va a pasar en el día. No tengo una hermana que me da plata jejeje...

Sea como sea, y duela lo que duela, trabajar también es divertido, porque hago lo que me gusta, pero la vida ya no es tán fácil. Mis decisiones tienen peso y a veces salvan vidas. Los errores se pagan caro, incluso con muertes. El sueldito se va ayudando en los servicios de la casa, uno no termina de graduarse cuando ya piensa en la especialización... la vida es interesante y angustiante. Es raro ser tratado como un adulto... pero no sentirse como tal.
Un abrazo mis doctores... disculparán la entrada tan (...) pfff
Me hacen el favor y votan en la encuesta!!!! jeje

miércoles, 11 de febrero de 2009

MI BARRIO

Realmente este post no es tan interesante, pero no me culpen, estoy en cama con una traqueitis que no me deja respirar dos segundos sin toser otros 15 más.

En esta ocación quiero hablar sobre mi barrio. Vivo en el mismo barrio desde que tengo 4 años, mis padres compraron esta casa en búsqueda de un lugar tranquilo donde sus hijas, y futuro hijo tuvieran una infancia cómoda y tranquila. La cosa es tal vez demasiado tranquila.


Mi barrio es un lugar viejo, con casas viejas, parques pequeñitos donde está prohibido jugar porque se pueden romper vidrios ajenos, las casas son habitadas usualmente por las personas que las compraron nuevas hace más de 50 años. Son en gran parte pensionados, desde que tengo memoria. Es un lugar atemporal que no se renueva... es un lugar donde los "jóvenes" eran 15 años mayores que yo, donde las señoras salían por la ventana a pedir que hicieramos silencio, donde los hijos emigraron hace rato y se casaron. Solo quedan los padres, pensionados, que barren el frente 5 veces al día, porque no hay mayor cosa que hacer.

Yo fuí una sin amigos... porque en mi barrio no había niños.

Por eso mismo, a pesar de que mi colegio era una chanda, las horas de juego se me hacían muy cortas, y tuve muchos amigos, tal vez intentando reemplazar los que nunca tuve en mi barrio.
Por eso mismo, a pesar de ser 4 años mayores que yo, mis hermanas reemplazaron esas amigas de jugar a las muñecas, al restaurante, a la peluquería...
Por eso mismo me acostumbré a hacer tareas temprano... porque no había motivos para salir al parque, a menos que uno quisiera salir regañado por alguna solterona que iba a mirar el cielo...

El tiempo ha pasado; ahora salgo para mi trabajo y siempre saludo a la señora del frente que pasea al poodle blanco y el schnauzer negrito que me ladra (¿cuántos años tendrán esos perritos ya?). Ya no hay señoras regañonas, sino viejitas que me saludan y le mandan saludos a mi mamá.
El barrio no ha cambiado mucho, las casas igual, los parques igual, lo que me da tristeza es que algunos viejitos ya han muerto, y las casas han sido compradas por empresas que montan oficinas discretas y sin letrero... No es que me incomode, pero se va perdiendo esa visión de infancia, los olores característicos del medio día, y no hubo un relevo generacional. El barrio va dejando de ser un espacio personal, y se va volviendo un aburrido sector empresarial.